Este mes he llegado a las 10.000 visitas únicas en el blog :). Eso quiere decir que cada mes me visitan 10.000 nuevas personas, además de los que me leen habitualmente. Haciendo números (sin esforzarme mucho), han pasado 6 meses desde que llegara a las 6000 visitas, desde entonces he escrito 28 entradas en la web, es decir, más o menos una entrada a la semana.
Normalmente cuando llego a un número redondo hago una pequeña retrospectiva pero ver cómo ha ido todo los últimos meses. Aquí cuando llegue a 3000 y aquí cuando llegué a a 6000.
Esta vez la retrospectiva es diferente, más bien una reflexión que se resume en ¿por qué hago esto?
¿Por qué tengo un blog?
Razones hay muchas y que aplican a cualquiera que escribe en Internet. Pero hay otras razones más personales que se resumen, simplemente, en que me gusta escribir.
Lo pensaba esta mañana mientras iba a trabajar: escribo en un blog desde 2002 cuando tenía esta cara. Primero escribía en un Word y luego en LiveJournal. En 2008 registré alrocar.es y durante 4 años escribía gilipolleces varias, luego me hice un blog en inglés que abandoné rápido. Desde hace un año y medio, en este blog, publico un montón más de mierda contenido.
Obviamente es porque me gusta pero hay otras cosas que consigo escribiendo aquí.
1. Aprendo
Primero porque aprendo un montón de cosas relacionadas con el mundo “blogger” (SEO, SEM, copywriting, marketing, etc.) y segundo porque enseñar lo que sabes a otros es una buena manera de fijar tus propios conocimientos.
2. Cada post es un micro-proyecto
Llevo ya unos cuantos años que me he acostumbrado a las micro-tareas o micro-proyectos. Proyectos que puedes empezar y acabar en poco tiempo, pero que llevan su proceso “creativo”.
Una entrada en el blog es algo que puedo empezar y acabar en una o dos horas. De la página en blanco a Internet en una hora. Lo que me gusta es que no es sólo escribir: hay que pensar un tema, organizarte en la cabeza 3 o 4 ideas, pensar un titulo, palabras clave, formato, imágenes, enlaces y unas cuantas cosas más. Y al final, es una pieza más de un puzzle más grande.
Otro ejemplo de micro-proyecto al que me he aficionado es “hacer una foto”, desde que sacas la cámara hasta que terminas la foto hay otro proceso diferente.
Esa sensación de hacer, terminar cosas, sumar y mejorar me gusta.
3. No es sólo escribir
Aunque no lo parezca, nunca he parado de hacer cosas. Cuando iba al colegio era de los que dibujaban sin parar, grababa con mis amigos, doblaba películas, tocaba la guitarra, daba conciertos y cada año que pasa hago más y más cosas.
En resumen, soy de los que les gusta “hacer”, una de ellas es escribir y por eso estoy aquí ahora dándole a las teclas :). No lo puedo evitar.
muy interesante tu blog, guardado directamente en mis favoritos. Ojala publicaras mas contenido en el. saludos desde argentina.
En eso estamos.
Gracias por seguirme 😉