Todas las semanas recibo (igual que la mayoría de desarrolladores de aplicaciones) unos cuantos correos de “recruiters” con ofertas “muy jugosas” para ir a trabajar normalmente “a tomar por culo”, con unas condiciones según ellos muy buenas, eso sí para empresas líderes en “lo que sea” (casi nunca dicen el nombre).

Depende de lo aburrido que esté ese día, a veces hasta contesto. Hubo una, que me hizo bastante gracia, porque utilizaba todas las “buzzwords” de recruiter de pacotilla: que si estamos buscando ninjas”, “tenemos toneladas de red bull”, “eres una rockstar?, etc.

ninja

Amablemente le contesté que gracias por la “oferta”, pero que actualmente tengo trabajo y no tengo intención de cambiar, de momento.

Cuál fue mi sorpresa cuando me contesta preguntando: ¿por qué no quieres cambiar de trabajo?

¡¿Que por qué no me quiero ir al extranjero a trabajar?!

Pues muy fácil…

  • Ya tengo trabajo y me gusta.
  • Si quisiera cambiar de trabajo, intentaría elegir yo la empresa que me gusta, no que me seleccione al azar alguien por LinkedIn a ver si suena la flauta.
  • Si no tuviera trabajo, probablemente me intentaría sacar las castañas en España y concretamente en Valencia, primero porque tengo mi vida aquí y segundo porque no creo que haya muchas ciudades en Europa (por supuesto ninguna del norte) donde se viva mejor que aquí.
  • Sí, en España tenemos corrupción, crisis y [palurdos] [por] [todas] [partes] y precisamente por eso, en el fondo, hay muchas oportunidades.
  • El 95% de ofertas que me llegan de recruiters son una puta mierda. Buscan desarrolladores de aplicaciones móviles que les hagan todo el trabajo, que les solucionen la vida por un sueldo de mierda, sobre todo teniendo en cuenta el nivel de vida de países como Alemania u Holanda.
  • Que alguien me diga que busca ninjas o rockstar, lo único que me produce es vergüenza ajena.
  • rockstar

  • Que me envíen una oferta para una empresa “desconocida” me da menos confianza aún.
  • Hacen una exposición del trabajo casi meramente económica. Tristemente parece la norma, las (pocas) conversaciones que he tenido con personas extranjeras han tenido como factor común el dinero… hay muchísimas cosas que valorar en un trabajo antes que el dinero.
  • Al respecto, no creo que haya muchas empresas que puedan igualar mis condiciones actuales de trabajo.
  • Algunos recruiters ni se molestan en cambiar el nombre en el correo, en el último ponía: Dear Rafael…

En fin, a lo mejor me estoy auto-engañando y estoy desperdiciando la oportunidad de mi vida… de momento, toco madera para no tener que entrar nunca en un proceso de selección de uno de estos “caza talentos”.